¿Qué pasa cuando las Funciones Ejecutivas no funcionan como deberían?
En la entrada anterior explicamos qué son las Funciones Ejecutivas y os hablamos de algunas de ellas. Los niños y adolescentes pueden tener dificultades con la gestión de alguna de estas funciones. Y en esta entrada vamos a hablar de qué dificultades pueden surgir con cada una de ellas.
La mayoría de las dificultades que tienen los niños y adolescentes en su funcionamiento cotidiano tienen su origen, o se acompañan, de un deficiente funcionamiento a nivel ejecutivo.
Qué dificultades tienen cuando las Funciones Ejecutivas no funcionan
La mayoría de las dificultades que tienen los niños y adolescentes en su funcionamiento cotidiano tienen su origen, o se acompañan de un deficiente funcionamiento a nivel ejecutivo.
Alteraciones que podemos observar en cada una de las funciones
- Alteraciones que podemos observar en algunas de las Funciones: Los niños y adolescentes con dificultades en las funciones ejecutivas pueden tener:
- Problemas con la memoria de trabajo
- Cómo se ve: Tu hijo olvida instrucciones sencillas, como “ponte los zapatos y coge tu mochila” y sólo hace una de las dos cosas.
- Impacto: Las tareas escolares se vuelven difíciles y frustrantes y en casa se tienen que repetir constantemente las instrucciones diarias.
- Cómo puedes ayudar: Divide las tareas en pasos más pequeños y dale recordatorios visuales, como listas o dibujos, y si es necesario acompáñale hasta que adquiera el hábito.
- Cómo se ve: Tu hijo olvida instrucciones sencillas, como “ponte los zapatos y coge tu mochila” y sólo hace una de las dos cosas.
- Dificultades con el control inhibitorio (autocontrol)
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- Cómo se ve: Tiene arrebatos cuando algo no le gusta, reacciona de forma excesiva ante pequeñas frustraciones, o tiene dificultades para esperar su turno.
- Impacto: Estas reacciones pueden causar conflictos con amigos y familiares, y hacen que las actividades diarias sean estresantes para todos.
- Cómo puedes ayudar: Practica el autocontrol invitándole a parar cuando actúe de forma impulsiva. Le puedes enseñar técnicas de calma como contar hasta 10 o respirar lentamente cuando se sientan impulsivos.
- Rigidez o falta de flexibilidad cognitiva
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- Cómo se ve: Tu hijo se molesta mucho cuando cambian los planes, como si un plan con amigos se cancela, o se queda atascado con una sola idea sin poder pensar en alternativas.
- Impacto: Esto puede llevar a enfados o ansiedad cuando las cosas no salen como él esperaba.
- Cómo puedes ayudar: Puedes modelar tú mismo la adaptación. Si cambian los planes, muestra cómo encontrar alternativas divertidas y positivas: “¡El parque está cerrado, pero podemos hacer una tarde de películas en casa!”.
- Desorganización y problemas con la planificación
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- Cómo se ve: La mochila de tu hijo es un caos, pierde cosas o no sabe por dónde empezar cuando tiene una tarea grande o costosa.
- Impacto: Puede sentirse abrumado fácilmente y desmotivarse cuando algo le cuesta, porque no sabe por dónde empezar o cómo gestionar sus responsabilidades.
- Cómo puedes ayudar: Ayúdalo a organizarse desglosando las tareas paso a paso hasta que desarrolle la habilidad.
- Dificultades con la regulación emocional
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- Cómo se ve: Las emociones de tu hijo pueden parecer descontroladas, como ataques de ira por cosas aparentemente pequeñas o episodios de llanto cuando algo no sale como quería.
- Impacto: Las explosiones emocionales pueden afectar la vida familiar y dificultar las interacciones con amigos y maestros. La incapacidad para manejar las emociones puede llevar a una sensación de vergüenza o aislamiento.
- Cómo puedes ayudar: Primero valida sus sentimientos: “Sé que estás muy enfadado porque querías ganar. Es normal sentirse así”. Luego, enséñale técnicas para calmarse, como respirar hondo o buscar un lugar tranquilo hasta que se sienta mejor.
- Resolución de conflictos
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- Cómo se ve: Tu hijo grita, golpea o prefiere ignorar o escapar de una situación difícil en lugar de enfrentarse y solucionar el problema.
- Impacto: Prefiera ignorar o escapar de una situación difícil en lugar de resolverla. Los conflictos entre hermanos o con los padres pueden ser más frecuentes y más intensos.
- Cómo puedes ayudar: Haz que tu hijo imagine cómo se siente la otra persona en el conflicto. Esto fomenta la empatía y la búsqueda de soluciones. También puedes hacerlo a la inversa, preguntarle: “¿Qué podrías decirle a tu amigo para que entienda cómo te sientes?”
- Toma de decisiones
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- Cómo se ve: Toma decisiones rápidas sin pensar en las consecuencias, o por el contrario, se paraliza o siempre busca que los padres o maestros tomen decisiones por él.
- Impacto: Le cuesta priorizar tareas o gestionar el tiempo para cumplir con sus responsabilidades. La dificultad para tomar decisiones puede hacerle más influenciable por otros, lo que los lleva a tomar decisiones poco beneficiosas o incluso perjudiciales.
- Cómo puedes ayudar: Enséñale a analizar las consecuencias de cada opción. Por ejemplo: “Si terminas tus deberes ahora, tendrás más tiempo libre después. ¿Qué prefieres?”. También puedes, en lugar de preguntarle “¿Qué quieres hacer?”, darle opciones específicas: “¿Prefieres leer un libro o pintar?”
- Problemas con la memoria de trabajo
Cómo impacta esto en la vida diaria
Las dificultades con las funciones ejecutivas pueden afectar a los niños en los diferentes ámbitos de su vida:
En la escuela: Pueden tener problemas para concentrarse, completar tareas a tiempo o recordar lo que han aprendido. Esto a menudo se traduce en un bajo rendimiento académico y en una pérdida de confianza en sus habilidades.
- En las relaciones: Los conflictos con amigos pueden surgir porque no saben cómo esperar su turno o adaptarse a las reglas de los juegos.
- En la familia: Las tareas simples, como prepararse para la escuela o recoger sus juguetes, pueden convertirse en batallas diarias. La tensión emocional puede afectar la armonía en casa.
¿Qué pueden hacer los padres?
Aunque estas dificultades pueden ser frustrantes tanto para los padres como para los niños, hay muchas maneras de apoyar el desarrollo de las funciones ejecutivas.
Los padres desempeñan un papel crucial en el desarrollo de las funciones ejecutivas de sus hijos. Estas habilidades no se adquieren de forma automática, sino que requieren práctica, apoyo y entornos que fomenten su desarrollo.
Crear un ambiente estructurado: Los niños necesitan estructura. Los niños con problemas de Funciones Ejecutivas se benefician de rutinas claras y previsibles, además del apoyo especifico en el desarrollo de las diferentes habilidades.
Las funciones ejecutivas son esenciales para el rendimiento y el bienestar de los niños. Pero si tu hijo tiene dificultades, con paciencia, práctica y las estrategias adecuadas, podemos ayudarles a desarrollar las habilidades necesarias.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si sientes que estas dificultades están afectando el bienestar de tu hijo o haciendo que la vida diaria sea muy complicada y estas sugerencias no son suficientes, puede ser útil buscar orientación profesional. En La Catalpa ofrecemos una intervención integral con el niño o adolescente y un acompañamiento a los padres para que puedan dotarse de recursos que les permitan ayudar a sus hijos en su proceso de desarrollo.